La vida para Alejandro Rojas, un ciudadano de procedencia venezolana, no ha sido fácil de asimilar, de un momento a otro su vida dio un giro de 360 grados por los problemas que sacudieron su país en referencia a la crisis política, económica y social que desde principios del 2013 sufre el hermano País de Venezuela.
Desde que empieza el día, él se levanta muy temprano a ganarse el pan de cada día, haciendo lo que mejor le sale, preparar torta de tres leches, siempre con la única finalidad y propósito por la que se decidió emprender rumbo hacia el Perú, apoyar a su familia que se encuentra bajo la dictadura de un presidente.
Él se encuentra en un hogar estable actualmente en Trujillo, gracias a la amabilidad de una hermosa trujillana, además él está agradecido con el apoyo que recibe día a día, sin embargo, el asegura que cierto sector de personas aún no asimila la situación de su país y por el contrario no lo acepta en su sociedad, al mismo tiempo Alejandro batalló mucho por conseguir los papeles que pide el gobierno peruano a un extranjero para que pueda laborar en el país, logrando conseguir finalmente el permiso y papeles en regla.
Lo que más le duele fue lo que le hizo el propio gobierno de la República de Venezuela, al despedirlo de la peor forma de su centro de trabajo en el que se desempeñaba, por el simple hecho de botar en contra del mandato comandado por Nicolás Maduro, que casi de inmediato lo obligo a salir forzosamente de su tan amada ciudad de Caracas.
Finalmente, él tiene claro que a pesar de la gravedad del asunto que enfrenta actualmente venezuela para que en un futuro no muy lejano pueda mejorar y saber levantarse frente al problema que atraviesa su país, deben actuar con mano firme los Militares Venezolanos, ya que el asegura que el cambio únicamente empieza por ellos y así él pueda reencontrarse con sus seres más queridos en la que ante todo obstáculo, hay que saber sobresalir.
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